El mundo es injusto. Hay que enfrentarse a él.

Muchas veces, cuando nos enfadamos, llegamos a tal punto de angustia que  decimos cosas como "La vida es injusta". No lo voy a negar. A esa frase le doy toda la razón, es verdad, no hemos conseguido que este mundo se haya hecho para que todas las personas tengan los mismos derechos, ni los mismos recursos. Eso es debido a cosas como las distintas condiciones de vida, y las distintas religiones. La injusticia es lo que hace a uno dar el primer paso y moverse.

 Hay niveles de injusticia más leves que otros. Un ejemplo es en un partido de baloncesto. Estás pensando en tu rival, que es un bruto,te ha hecho muchas faltas que el árbitro no ha pitado. Pues en vez de quejarte al arbitro y jadear sin hacer nada, tomas una iniciativa y te dices: "¡Me voy a enfrentar a ese tío y va a saber lo que es que le metan una canasta en las narices!". Este ejemplo puedes superarlo siendo optimista.

 Hay otras realidades que ser optimista es lo único que puedes hacer ante el problema para seguir teniendo esperanza de sobrevivir. Como los miles de inmigrantes que llegan a las costas europeas cada día por cuestión de pobreza, o porque una banda terrorista esta invadiendo su territorio.
Ante esto hay que tener empatía y colaborar con organizaciones como ACNUR para ayudar a superar este gran problema.

En Afganistán, las restricciones y maltratos son muy diferentes a las de aquí, sobre todo las de la mujer, que sufre una terrible desigualdad, estos son algunas de estas leyes tan injustas:

• No se les permite trabajar fuera de sus hogares, ni estudiar en una institución educativa, ni salir de sus casas a no ser que sea acompañada de un parentesco cercano llamados mahram.
• Se les prohibe cerrar tratos con varones.
• No pueden ser tratadas con doctores masculinos.
• A las mujeres que no lleven tapados sus tobillos o que no vistan según las reglas, como no tener la cara tapada serán azotadas en público. También si utilizan cosméticos, (si se pintan las uñas se les cortaran sus dedos)
• No pueden reírse.
• Y no pueden practicar ningún deporte.

Son cosas sin ningún sentido que en aquel país son así.
En resumen; la vida es muy injusta, pero hay que aceptarla así como es, y agradecer que no estamos en lugares como Afganistán, y vivimos muy bien. Aunque siempre hay que ponerse en la piel de estos que están en otras situaciones, y hacer algo por ellos.